Crear una obra artística a partir de objetos no es algo nuevo; en lo que a mí respecta, el deseo de rebasar la utilidad y la percepción primera que los objetos pueden presentar surge de la contemplación metafórica de la realidad, asociada a la polisemia lingüistica de frases que usamos cotidianamente.

 

Partiendo de la idea de que nosotros somos nuestros objetos, estas obras colocadas al interior de un discurso estético y conceptual -en apariencia ajeno-, buscan ser representación de un sistema social en el que el ser humano es considerado como un producto reemplazable y por lo tanto desechable.

 

Mis assemblages, como espejo y ventana de la experiencia humana, reflejan así, nuestros deseos, miedos, esperanzas y utopías. Cada uno de ellos lo he creado con un sentido del humor impregnado de mi preocupación por nuestro devenir.

 

Los invito a dejarse guiar por el lenguaje cruzado de las obras y sus títulos con el fin de reflexionar sobre nuestro lugar en medio del mundo actual y frente al espejismo de nuestra idea de civilización.